Hoy no es fácil decir algo nuevo en lo informal, pero ciertamente Cortiana está haciendo un intento que merece consideración. Es su alma conducida a la investigación, con el objetivo de penetrar profundamente los diferentes por qué de la vida y el arte, proponiendo una pintura culta que, si por momentos recuerda corrientes y movimientos de alcance internacional, no desdeña introducir elementos personales y nuevas interpretaciones derivadas de su cultura, en la que se percibe un mundo interior complejo y emocional que se despliega libre y cautivador.

Una pintura, la de Dino Cortiana, que a veces oye la 'pintura combinada' de Rauschenberg, donde la intensa trayectoria cromática se ancla a lo informal, mientras las muestras tomadas de la realidad se desprenden de la tela con un efecto deliberadamente impactante.

El artista conoce sin duda las vicisitudes de aquellos maestros que lograron la difícil transición del automatismo surrealista al informal: en algunos de sus cuadros se adivinan reminiscencias de Pollock, Mirò y Crippa. Prefiere las grandes dimensiones, donde la pincelada se convierte en evidencia de un instinto, de un impulso vital que le obliga a fijar en la materia ese mensaje que finalmente se libera de las ataduras y da inicio a la investigación hacia nuevas investigaciones.

Un espíritu, por tanto, nunca domesticado. El gesto goteante y la violencia de ciertos borradores intencionalmente materiales que denuncian la primacía que le otorgó a la pintura gestual, mientras las superficies se transforman en un remolino de pinceladas densas y decisivas con fragancias explosivas.

Incluso el uso de materiales ajenos a la pintura, como en los 'collages', resalta en el autor un componente dramático capaz de evocar visiones inquietantes, chorreando sangre, que traslapando la composición de fondo, símbolo de la historia, parecen hipotetizar un destino de la la humanidad se orienta inevitablemente hacia la catástrofe.

Asimismo, cuando pretende retomar el discurso del espacialismo, entonces inserta elementos disonantes: si el núcleo conceptual del movimiento es en cierto sentido la superación del caos, en Cortiana estamos asistiendo exactamente a lo contrario; lo que manifiesta es ante todo la incapacidad del hombre para avanzar hacia un futuro marcado por valores ordenados y racionales.

Gianni Barachetti

2002